Smiths Aerospace no necesita apenas presentación: es una empresa trasatlántica de sistemas y equipos con unas ventas que superan los 2 millones de dólares y más de 11 000 empleados en todo el mundo. Fundada en 1940, la planta de Cheltenham (Reino Unido) es responsable de diseñar y fabricar una gran variedad de componentes y sistemas para la industria aeroespacial, incluidos instrumentos mecánicos. Mark Salisbury, ingeniero de fabricación en Smiths Aerospace, afirma que “en el área de instrumentos mecánicos, no producimos necesariamente grandes volúmenes de productos, pero fabricamos unos 35 instrumentos diferentes, de los que cada uno puede tener hasta 200 piezas distintas. Por eso, nuestro calendario de producción es muy apretado”. Muchos de esos componentes son, además, muy delicados y requieren una preparación meticulosa antes de acabarlos; por ejemplo, pulverización y serigrafía.
Hace varios años, Smiths Aerospace había tomado ya la decisión de sustituir el tricloroetileno (Trike) por HFC más respetuosos con el medio ambiente, que no estuvieran clasificados como toxinas cancerígenas, mutágenas o reproductivas (CMR) en la directiva de emisión de disolventes, que entró en vigor en 2007. Aunque en Smiths Aerospace estaban satisfechos con el HFC que usaban, Mark Duggan, director de ventas de Acota, uno de los principales proveedores de productos fluoroquímicos en el Reino Unido, convenció a Mark Salisbury para que echara un vistazo al fluido especial 3M Novec 72DE como alternativa que podría aportarles un importante ahorro de costes sin sacrificar el rendimiento. Mark Salisbury afirma que “desde el punto de vista económico, el cambio al fluido Novec no tenía vuelta de hoja. Lo que queríamos saber era si podría hacer el trabajo”. Después, se llevó a cabo una prueba durante dos meses aproximadamente, con Acota colaborando muy de cerca todo el tiempo. Se crearon registros de uso diarios y los resultados hablan por sí solos...
"Observamos que, además de ser más barato, había menos pérdidas por evaporación o por quedarse atrapado el fluido en el producto. También se drena mejor y hemos notado una mejora en el rendimiento. Antes, teníamos que limpiar previamente algunos ensamblados, pero, con el fluido Novec, ya no es necesario, así que ahorramos tiempo”, afirma Salisbury.
“La reducción de pérdidas también tiene un efecto positivo en el medio ambiente”.