El primer síntoma fue una sensación de zumbido después de los conciertos. "Yo no pensé mucho en ello, estaba convencido de que se iría.", dice Brian Felsen, un empresario que es dueño de una empresa de ropa. Pero una visita al doctor confirmó lo peor: La exposición a altos decibelios le había provocado tinnitus.

Ahora él está intentando a salvar a otros del mismo destino. Como director ejecutivo de "Your Ears Rock", Felsen ha conseguido que se promulgue una ley en Minneapolis, Minnesota, por la que las discotecas entreguen gratuitamente tapones para los oídos a los empleados. Para ayudar, 3M donó tapones de espuma amarillos durante el primer año del programa.

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