Optimice el proceso y el flujo de trabajo de la cabina de pintura.

• El uso eficiente de los materiales es crucial, pues los de pintura son cada vez más caros. Mezclar la pintura demasiado no solo desperdicia recursos, sino que también aumenta los costes. Mezclar sólo la cantidad necesaria de pintura puede mejorar todavía más la eficiencia. Los pintores tienden a mezclar unos mililitros más de sellador, capa base y barniz en cada reparación para evitar quedarse sin pintura. Si se agrupan las reparaciones, el sellador y el barniz sobrantes pueden compartirse en un mismo ciclo, lo que reduce el posible desperdicio. El software de mezcla de algunas empresas de pintura incluye calculadoras que ayudan a determinar la cantidad de pintura exacta que se tiene que preparar. Teñir las imprimaciones también puede ayudar a reducir la cantidad de capa base que se necesita para lograr una cobertura adecuada.
• Una correcta configuración de la pistola de pulverización ayuda a maximizar la eficiencia de transferencia y a desperdiciar menos pintura. Si la pistola de pulverización está ajustada a una presión demasiado alta o con un patrón demasiado grueso, se desperdiciará más pintura con motivo del exceso de pulverización y una menor cantidad de material repartido por el panel. Así, se produce una pérdida significativa en la eficiencia de transferencia.
• Las técnicas de aplicación adecuadas también son importantes a la hora de minimizar el desperdicio. Cuando la pistola de pulverización se coloca demasiado lejos de los paneles al pintar, se desperdicia mucha pintura por la sobrepulverización. Si el pintor no suelta correctamente el gatillo al alejarse del panel, también se desperdicia un volumen considerable de pintura. Por último, algunos pintores aplican demasiada pintura. Después de cada capa debe comprobarse si la cobertura es la adecuada. En ocasiones se aplica una capa más de pintura cuando la cobertura apropiada ya se había logrado con la anterior.

• Un horario específico para la cabina es fundamental para maximizar la productividad del taller de pintura. Un taller promedio, independientemente de la línea de pintura, suele completar unos 4 ciclos de cabina al día. Para aprovechar al máximo estos ciclos, se recomienda organizar un horario de cabina. Una manera práctica de hacerlo es colocando una pizarra borrable en seco en el lateral de cada cabina de pintura. Allí se van a poder apuntar y planificar todos los ciclos del día siguiente. También sería bueno tener previsto siempre un ciclo adicional. Este ciclo extra puede utilizarse si el resto de ciclos se terminan antes de lo esperado o si alguno debe quitarse de la planificación por algún imprevisto (por ejemplo, que falten piezas, se detecten agujeritos...). También tendrá que incluirse una sección de «relleno» en el horario. Servirá para poder incluir en las reparaciones del día todas esas pequeñas piezas adicionales que lleguen durante el día y tengan que pintarse. Los pintores deben comprobar si algunas de estas piezas pueden trasladarse a huecos de otros ciclos para maximizar la eficiencia.
• Para visualizar y planificar bien los ciclos de las cabinas, recomendamos poner en práctica lo que se llama «floor staging». Este sistema consiste en emplear un área fuera de la cabina para que los pintores puedan organizar las piezas de manera más efectiva. Delimitar con cinta una «zona de pulverización» en el suelo de fuera de la cabina puede ayudar a los pintores a organizar las piezas mejor. Esta «zona de pulverización» suele ubicarse a unos 90 cm de cada pared, para que el pintor tenga espacio suficiente para trabajar. Así, los pintores saben exactamente el espacio que tienen, lo que les permite ubicar las piezas de manera eficiente sin sobreocupar la cabina.
• A la hora de organizar las piezas en la cabina, es fundamental mantener la distancia correcta. Las piezas de colores distintos deben estar al menos a 90 cm de distancia para evitar la contaminación de color; por su parte, las piezas del mismo color sí pueden colocarse más próximas. Siempre que sea posible, intente agrupar las piezas que necesitan triple capa por separado.

Mejorar la eficiencia en la cabina de pintura requiere combinar una planificación estratégica con técnicas prácticas y mucha disposición para adaptarse a procesos nuevos. Todo esto implica hacer una evaluación exhaustiva de los flujos de trabajo actuales e identificar las áreas en las que se están desperdiciando tiempo y recursos. Si dan prioridad a la organización, los talleres pueden optimizar sus operaciones y garantizar que cada etapa del proceso de pintado esté bien coordinada y sea eficiente.